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Vida Nueva

Un sermón de Padre Juan Sandoval
Propio 14, Año B

 

Pónganse el ropaje de la nueva naturaleza, creada en la imagen de Dios. Este es el tercer Domingo que escuchamos de la carta de San Pablo a los Efesios. Recuerden que este pueblo es, pues, un grupo cristiano nuevo. Así, San Pablo, más o menos, tiene que explicarles mucho.  

Hoy les enseña cómo deben portarse y también les habla de bautizos. Les dice que deben ´desvestirse´ de lo viejo de la vida vieja y ponerse el ropaje de nueva naturaleza. En eso días, el Bautizo era poco diferente que hoy. Como Juan bautizó a Jesús en el rio Jordán, primero les quitaban casi toda la ropa vieja antes de bautizarlos. Luego, los sumergían en el rio, todo el cuerpo. Cuando salían del rio, les ponían ropa nueva o limpia, como señal de comenzar una vida nueva. Lo que significa es que la vida vieja ya ha muerto y salgaban a comenzar la vida nueva. 

Sobre las aguas, aguas que son símbolos de bautismo y del poder de Dios. El Espíritu Santo occoré a creéntes cuando son convertidos y son testigos de Dios por el bautismo. Algunas religiones creen que el don de bautismo por agua no es completo, necesitan también confirmación, que piensan que es el don del Espíritu Santo. Pero muchas religiones creen que el bautismo proviene perdón de pecados y El Espíritu Santo al mismo tiempo. En esta iglesia pensamos así.

Bautismo es una señal hacia afuera, que no solamente nos lava los pecados, pero también nos da el don hacia dentro que es El Espíritu Santo. No hay manera que nos dice, con esto recibirán el Espíritu Santo. El Espíritu Santa esta libre para trabajar en nosotros antes, durante o después del Bautismo. Muchos también dicen que el Espíritu Santa trabaja en nosotros cuando el corazón y el alma están listos para aceptar Dios y El Espíritu Santo.

Aquí en el servicio del sacramento de Bautizo, en la iglesia Episcopal, dice ´te damos gracias, Padre por el agua del bautismo. En ella, somos sepultados con Cristo en su muerte. Por ella, participamos en su resurrección. Mediante ella, nacimos de nuevo por el Espíritu Santo (LOC p 227). Por tanto, en gozosa obediencia a tu Hijo, traemos a su comunión a los que, por FE, se acercan a Él. Si, en este momento nuestra vida cristiana se cambia, somos sellados como propiedad de Cristo. Salgamos como la luz de Cristo. 

En todo esto nos desvestimos de la vida vieja y dejamos atrás la amargura, la cólera, furia y todo mal para comenzar la bondad, el perdón y cariño para nuestros prójimos. Somos sellados no solamente para dar alabanzas a Cristo, pero también hacer nuestros servicios y nuestros trabajos en el nombre de Cristo. Ahora son a través del Bautizo, miembros del Pueblo de Dios y sus miembros nos dan la fuerza y coraje para ser miembros como uno para otros miembros como ellos deben de hacer lo mismo. 

Como muchos, hay veces que estamos enfuriados con otros, quizás con una amistad o un niño. Pero podemos perdonarlos. Así, como nos dice la Biblia y e libro de oración común, que no llegan a tomar el cuerpo de Cristo, el sacramento de la Santa Eucaristía si no hemos llegado hacer todo bien con su hermano o hermana, antes de recibir el cuerpo y sangre de Nuestro Señor, hagan su paz antes de llegar, hablen con la otra persona para seguir en la vida nueva que hemos recibido por el Bautizo.  

Somos miembros, uno de otro. En el primer verso de la epístola, San Pablo nos dice, ´Por lo tanto, ya no mienten más, sino diga cada una la verdad a su prójimo, porque somos miembros de un mismo cuerpo. 

Después del sermón, renovamos nuestros votos bautismales. Más que dos mil años dese que Nuestro Señor Jesucristo resucitó, todavía reconocemos este milagro. También los votos reafirman cinco acciones:

¿Uno, continuaran en las enseñanzas y comunión de los apóstoles y oraciones? 

Dos, resistir el mal, si pecas, ¿arrepentirás y volverás a Dios? 

¿Tres, proclamar las buenas noticias de Dios en Cristo? 

¿Cuatro, Buscar y Servir a Cristo en todas personas y amar su prójimo? 

Cinco, Luchar para justicia y paz. ¿Respetar a todos seres humanos? 

Cuando tenemos Bautizos aquí en la iglesia Episcopal, hacemos el servicio en frente de los miembros o Pueblo de la iglesia. ¿Porqué? Porque todo somos testigos y digamos que ayudamos a esta persona o personas para crecer en su vida cristiana. Así, no solamente para los padres y padrinos, pero para toda la iglesia. Siempre, como digamos nuestros votos, podemos ser como padrinos a cada persona que es bautizada. Nosotros damos una promesa para enseñarles, leerles, guiarles en la vida cristiana. ¡Siempre damos gracias y alabanzas por los dones que nos ha dado Dios y por darnos esta responsabilidad de dar ayuda y apoyo a estas personas, los más nuevos en el pueblo de Dios! ¡Gracias a Dios! 

AMEN