The Cathedral of St. Philip - Atlanta, GA

¿Quién Llamaré?

Un sermón de Padre Juan Sandoval
Trinidad, Año B

 

¿Quién soy yo?  Yo que soy hombre de labio impuros y vivo con seres humanos de labios impuros.  A pesar de esto he visto el Señor.  El Señor que tenía unos seres de fuego que estaban encima de él y que decían uno a otro, Santo, santo, santo es el Señor todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria.   

Por ver al Señor, pensaba que iba morir.  Pero uno de los seres cogió con tenazas una brasa y tocó mis labios y me dijo, tu maldad te ha sido quitada, tus culpas te han sido perdonadas. 

¿Luego el Señor dijo, a quién enviaré como mi mensajero? 

Yo conteste, aquí estoy yo, envíame. 

Santo, santo, santo es el Señor todopoderoso.  Todos hemos dicho estas palabras, pero no pensamos muchos en que indican. 

¿Porque no decir, santo es el Señor todopoderoso?  Es porque hay tres personas en la Trinidad.  Santo Padre, Santo Hijo y Santo Espíritu Santo.  Hay muchos teológicos que han tratado de explicar la Trinidad y muchos dicen que es incomprensible.  Es algo que no podemos entender quizás hasta nuestra muerte y estamos en el cielo con Dios. 

El Espíritu Santo estuvo sobre las aguas durante la creación de este mundo.  El Espíritu Santo estuvo con Jesús cuando fue bautizado.  El Espíritu Santo estuvo entre todos que se reunieron en el día de Pentecostés.  El Espíritu Santo ha llegado en diferentes formas como un viento, como una paloma y como un ruido. 

Dios apareció a Adán y Eva en el jardín de Edén.  Allí les habla y les dice lo que pueden comer y no comer.  Todos saben esta historia cuando la serpiente le dice a Eva que si puede comer a la fruta del árbol en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.  

Dios hablo con Abram y le dijo a Abram: ´Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te voy a mostrar. Con tus descendientes voy a formar una gran nación; voy a bendecirte y hacerte famoso, y serás una bendición para otros.  Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; por medio de ti bendeciré a todas las familias del mundo. ´´ 

Dios apareció a Moisés después de llamarlo a la montaña santa.  Ahí donde apareció como una zarza en fuego pero que no se quemaba.  En esa misma montaña santa, Dios da los diez mandamientos a Moisés. 

Cristo fue enviado por el Padre para estar entre nosotros como un ejemplo, un maestro e hijo de Dios.  Dios encarnado para quitar nuestros pecados y para darnos vida eterna.  Jesús hizo muchos milagros, predico con autoridad, y amaba a todos.  Todo del Nuevo Testamente esta escrito de la vida de Jesús y es nuestra guía en como vivir y ser más como Cristo. 

Pienso que Dios llega a estar con nosotros en varias formas.  Quizás llego en forma de paloma, en forma de un ángel o también como un forastero.  Por eso, muchas veces no lo conocemos.  Dios llega a llamarnos para hacer su voluntad.   

Cuando leemos la Biblia, podemos ver tantos ejemplos de profetas y personas común que han sido llamados por Dios.  Nunca estamos seguros como nos aparece y cual seria por que nos necesita. 

Pablo es buen ejemplo de alguien que estaba persiguiendo a los seguidores de Cristo.  Pero Dios tenía algo importante para él. 

Transformó su vida y dicen que era un predicador poderoso.  También el escribió la parte más grande de la biblia.   

Nicodemo es una persona que hallamos tres veces en el evangelio según San Juan.  La primera vez es en el evangelio de hoy cuando Nicodemo llega a donde esta Jesús.  Pero Nicodemo, miembro de la asamblea y fariseo, llega en la tarde.  La segunda vez que se menciona a Nicodemo, les recuerda a sus colegas de Sanedrín (asamblea) que la ley exige que una persona sea escuchada antes de ser juzgada.  Finalmente, Nicodemo aparece después de la crucifixión de Jesús para proporcionar las especias de embalsamiento, es decir ungir el cuerpo de Jesús con la ayuda de José de Arimatea a preparar el cuerpo de Jesús para entierro.  Además, Nicodemo tuvo muchas charlas con Jesús. 

Como en Pentecostés y cuando Jesús subió a los cielos, El Espíritu Santo descendió a este mundo.  Como dijo Jesús, el Espíritu Santo es como el viento.  Lo podemos oír, lo podemos sentir, pero no podemos verlo.  Pero sí podemos ver los efectos como las hojas en el árbol mueven o cuando tenemos calor y llega a refrescarnos. 

Dios siempre esta con nosotros en una forma u otra.  Pero hay las veces cuando Dios llega y esta en comunicación contigo para hacer su voluntad.  Probablemente, Dios te habla y dice ´¿quién enviaré? ´ Su respuesta debe ser, ´ aquí estoy yo, ¡envíame! ´ 

AMEN