Un sermón de Padre Juan Sandoval
Cuaresma 2 – Año C
Oraciones son poderosas, especialmente en esta temporada de Cuaresma. Escuché una canción que me llego al corazón.
Oramos por bendiciones
Oramos por paz
Consuelo para la familia, protección mientras dormimos
Oramos por sanación, por prosperidad
Oramos para que tu mano poderosa alivie nuestro sufrimiento
Y mientras tanto, escuchas cada necesidad expresada
Sin embargo, el amor es demasiado para darnos cosas menores
Porque, ¿qué tal si tus bendiciones vienen en forma de gotas de lluvia?
¿Y si tu sanación viene en forma de lágrimas?
¿Y si mil noches de insomnio
Son lo que se necesita para saber que estás cerca?
¿Y si las pruebas de esta vida son tus misericordias disfrazadas?
Buenos días de Dios, El Señor es mi luz y salvación, ¿a quién temeré? Una cosa ha demandado de Señor, ésta buscaré, que esté yo en la casa del Señor, todos los días de mi vida. Aún ahora él levanta mi cabeza, sobre mis enemigos en derredor de mí.
Tú hablas en mi corazón y dices, ¨buscas mi rostro, tu rostro buscaré´.
¿qué tal si tus bendiciones vienen en forma de gotas de lluvia?
¿Y si tu sanación viene en forma de lágrimas?
¿Y si mil noches de insomnio
¿Son lo que se necesita para saber que estás cerca?
Como hablé el domingo antes, este es tiempo de introspección, tiempo de ver en nuestro ser, nuestra alma y nuestra vida. Se trata de examinar si estamos sirviendo a nosotros mismos o si estamos sirviendo a nuestro Señor y su pueblo.
La semana antes, predique de las tentaciones que son nuestras desafías a través de nuestra vida. Abram y Sara tuvieron sus desafías porque ya eran ancianos y no tuvieron ningún hijo o hija.
Ellos oraban hasta que Dios los llamó a ir a una tierra nueva y que Abram y Sara fueron bendecidos por Dios con un hijo, Isaac. Sin embargo, a pesar de todas las probabilidades, Abram y Sara tenían su fe, su gran fe, una fe fuerte.
En Salmo 27 (13) Nos brinda la oportunidad de profundizar nuestra confianza en la promesa de Dios, basada en la conciencia de que Dios es realmente Dios. El salmo dice, creo que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.
Al examinar nuestra FE durante la temporada de Cuaresma, creo que es importante que demos cuenta de que al menos una forma de desarrollar el corazón de la confianza y los ojos de la FE es dar plena voz a nuestras preguntas sobre Dios. Puede ser que nunca obtengamos una respuesta a todas nuestras preguntas, pero cuando permitimos que nuestras preguntas salgan a la luz, abrimos nuestros corazones para experimentar la conciencia de que Dios es realmente Dios y que podemos confiar nuestras vidas al cuidado amoroso de Dios.
Hemos escuchado de que, en esta temporada de Cuaresma, es tiempo de introspección y ver en nosotros como podemos acercarnos más y más a Dios a través de Jesús. Recuerden que es
momento de ayunar, reflexionar, ofrecer apoyo y ayudar a quienes lo necesitan. Muchas veces se han mencionado estas palabras en diversos textos históricos y culturales: No tengas miedo. Hagan su tiempo con Dios, para hablar con Dios, para orar a Dios y para acercarse a Dios. Lleguen a un lugar tranquilo y lugar en silencio para hacer estas acciones hacia Dios.
Así como los discípulos podemos hacer nuestras preguntas a Dios y recuerden que nosotros también somos discípulos de Cristo. ¿Cuáles son las cosas de que tenemos miedo? ¿Cuánto es el costo para hacer lo que Dios manda?
Vivamos en la esperanza que las promesas de Dios de la vida, la esperanza y el futuro son extendidos a nosotros a través de Cristo.
Dios nos hace dos promesas. La primera es Dios ha hecho un pacto que Dios siempre será nuestro Dios y nuestras vidas estarán unidas entre sí y con nuestro Creador y Redentor. El segundo es el don de Cristo. El Hijo de Dios quien es nuestra aseguranza de nuestra salvación y vida eterna.
La Cuaresma de temporada es tiempo de arrepentimiento, tiempo de auto examen y es tiempo de renovar su ser, su vida. No tengan miedo.
Jesús nos enseña que Él tiene que hacer la voluntad de Dios a pesar de que Herodes quiere matarlo. Jesús nos dice que Él tiene mucho que hacer, expulsar demonios, sanar a los enfermos y predicar la Buenas Noticias a todo el mundo. Jesús no tiene miedo de Herodes. Así como Jesús, nosotros podemos orar, podemos ayudar y dar apoyo a los que necesitan esperanza. Podemos traerles las Buenas Noticias y traerles las promesas de Dios. Durante de esta temporada busquen oportunidades para servir a nuestros prójimos.
El alma que anda en amor, ni cansa, ni se cansa. (San Juan de la Cruz.)
No Tengan Miedo.
AMEN