Un sermón de Padre Juan Sandoval
Año C, Epifania 2
La semana antes bautizamos doce personas en la Catedral. Después que los ungimos con oleo y digamos que quedas sellado por el Espíritu Santo y marcados como propiedad de Cristo por siempre. Quizás este es el comienzo de su vida nueva y Dios nos regala unos dones especiales. Dones que, por el Santo Bautismo, el Espíritu Santo nos provee dones. Hay muchos dones y por algunos conocen sus dones inmediatamente, pero otros necesitan tiempo para conocerlos.
Esta mañana, Pablo nos habla que Dios hace activa estos dones por medio de nosotros. En primer lugar, afirmó que toda persona que confesaba a Jesús como Señor estaba dotada por el Espíritu Santo. En segundo lugar, que todos los dones espirituales debían emplearse para el bien de toda la comunidad y, en tercer lugar, que todos los dones eran activados igualmente por la gracia de Dios. La diversidad de estos dones también está presente en la iglesia todavía.
Pablo escribió en su carta que a uno se le da sabiduría, a otro conocimiento, fe, sanidad, profecía y todo por el espíritu de Dios. En verdad hay tantos dones como enseñanza, proclamación, predicación.
Los miembros de la congregación, en el ejercicio de sus dones para el ministerio, deben devolver a Dios los dones que les ha asignado el Espíritu, para que sirvan a la comunidad. Cada persona debe orar y discernir sus propias fortalezas y debilidades, y estar dispuesta a utilizarlas o a permitir que otro asuma ese papel si la tarea puede ser realizada mejor por otro. Estos son ejemplos cuando Dios dio un done para hacer sus obras en este mundo.
En génesis, Dios hablo con Abram. El Señor le dijo a Abram, deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre y vete a la tierra que yo le mostraré. Abram se casó con Sarah y vivieron ser muy ancianos hasta que tuvieron un niño enviado a ellos. El niño era Isaac. Dios les había dicho que serían padres de descendientes más que las estrellas en el cielo.
Noe, un hombre digno, fue uno escogido antes que Dios destruye el mundo con una diluvia por 40 días y 40 noches. Dios habla con Noe que construye una barca y le da las metas. También le dice que junta su familia y un par de todos animales. Después del diluvio, Dios vio lo que hizo y luego hizo un pacto con Noe para nunca hacerlo otra vez.
También en Génesis, José tiene muchos sueños. Sueño de las escaleras que llegan al cielo y bajan a la tierra. Tuvo otro sueño donde el sol, la luna y once estrellas me hacían reverencias. Pienso que no siempre entendía lo que representaban. Hasta cuando estaba en la cárcel del faraón. El faraón tenía sueños y nadie podía decirle de que pertenecían. Era el sueño de las siete vacas gordas y siete vacas flacas.
El interpreto de lo que eran los sueños. José fue un poderoso y salvo muchos Hebreos por el don que Dios le dio.
Mañana celebramos el profeta, Dr. Martin Luther King. Deseo compartir unas palabras famosas que hablo en Washington, D.C.
Tengo un sueño de que mis cuatro pequeños hijos algún día vivirán en una nación donde no serán juzgado por el color de su piel, pero por el contenido de su carácter. Yo tengo un sueño hoy
Tengo un sueño que un día todo valle será exaltado, cada colina y montaña será rebajada, los lugares ásperos se allanarán y los lugares torcidos se enderezaran y la gloria del Señor será relevada y toda carne justamente lo vera. Martin Lutero King proclamo Dios a todos.
Éstos, junto con muchos dones mencionados en otras partes de las Escrituras (por ejemplo, la generosidad, la compasión, la evangelización, la administración, el estímulo, el servicio, la misericordia, la hospitalidad, la adoración y la oración) son los dones prácticos del Espíritu que sustentan la vida de la iglesia y su obra en el mundo.
En el Evangelio, este día Jesús, con un empujó a su madre. Comienza su Ministerio. Jesús convierte agua a vino. No vino coronario, pero vino de la mejor calidad. En verdad. ¿Qué es lo que Jesús está relevando? ¿Qué es que debemos ver de Jesús?
Epifanía de abundancia. La palabra gracia. Se parece solamente cuatro veces en el Evangelio según San Juan. Hoy no debemos pensar en gracia o en milagros. Pero debemos pensar en Dios. Sí, pensar en Dios muy seriamente.
Abundancia. Seis. 6 jarros de agua. Uno de los jarros contiene 20 a 30 galones de agua. Llenos hasta que no podían echar más agua. Fuego. Es el vino mejor que todos los otros vinos. La abundancia de la cantidad del vino, pero también en una boda. Y en esos días, las bodas quieran más o menos por una semana. Así, casi al fin el vino era de calidad menor.
Los dones que cada uno tiene un propósito definitivo. Para la edificación de todo el pueblo. Así, entre toda la familia de la Iglesia en unidad tenemos abundancia de gracia para aumentar nuestra familia de Dios.
Con todos nuestros dones podemos cambiar la Iglesia. Podemos. Unir la Iglesia. Podemos cambiar el mundo. Y cada uno que tenemos un don diferente. Pero cada don es importante porque necesitamos la variedad. Así somos santificados, somos ricos. ¡Somos de Dios! La variedad de expresión de los dones de Dios. Así estamos llenos del Espíritu Santo. Jesucristo y el padre. Mi padre, su Padre que nos llenó de sus dones. Y que estamos listos para ser ejemplos al mundo de la abundancia de Dios en este mundo. AMEN